Hemos culminado con éxito la iniciativa y de llevar a cabo el taller de escuela de padres. A lo largo de los últimos meses hemos venido discutiendo distintos temas relacionados a la ardua, constante y gratificante tarea que conlleva ser padres.
Se ha logrado evidenciar y demostrar, el hecho que no existe una receta perfecta para atender cada aspecto relacionado al crecimiento y el desarrollo integral de nuestros hijos. Es de suma importancia tomar en cuenta el hecho que nuestros hijos están constantemente en proceso de cambio, crecimiento y desarrollo, lo cual conlleva un compromiso constante de parte de los padres de familia para asegurarse de brindarle a cada uno de sus hijos la guía y el apoyo que necesitan según las circunstancias en las que se encuentran. A esto se le suma el hecho que no podemos dejar de tomar en cuenta sus fortalezas, los retos a los que se enfrentan y las áreas de oportunidad (crecimiento) que deben trabajar y reforzar. Los invitamos a que tomen esto en cuenta a la hora de apoyar y guiar a sus hijos.
A lo largo del curso discutimos diversas y posibles estrategias para implementar, sin embargo como padres, comparten un vínculo único con sus hijos, de manera que al darse a la tarea de conocer y conectar con sus hijos; intuitivamente logran descifrar aquello que sus hijos necesita en determinado momento.
Recordemos que la primera escuela y las bases del desarrollo de cualquier ser humano, inicia en el hogar, razón por la cuál; el rol que asume el padre de familia en el proceso de enseñanza – aprendizaje es fundamental. Los invitamos a reflexionar sobre el rol que como padres están practicando en este momento, tanto para felicitarse como para hacer toma de consciencia en las áreas en las cuales pueden mejorar como fuentes de apoyo y guía para sus hijos.
Hay un dicho que dice: ¨Sólo sé que no sé nada…¨ A menudo lo recuerdo para asegurarme de constantemente, corroborar y asumir la responsabilidad que tengo de indagar y actualizar mi conocimiento; para así potenciar la forma en que influencio a las personas con quien me relaciono. Los invito a no dejar de investigar y aprender sobre aquellas inquietudes que como padres siempre surgen; y recuerden, no hay una receta perfecta, lo que le sirve a un hijo, no necesariamente le sirve al otro hijo. Todos somos únicos y irrepetibles. ¡Las diferencias nos enriquecen!
Un afectuoso saludo y agradecimiento a todos los que nos acompañaron a lo largo del curso.