Algunos nos sentimos muy emocionados ante la perspectiva de pasar las vacaciones con nuestros hijos, incluso tenemos miles de ideas de cómo entretenerlos. Otros, por el contrario, no sentimos tanta emoción dado que ni el trabajo, ni las exigencias de la vida cotidiana dejan de existir. Al fin y al cabo, el verano es la época más movida en la Península a causa de la llegada de muchos turistas. “¡Estoy aburrido(a)!” podría ser algo que escucharemos a menudo. Como padres, ¿debemos intentar solucionarlo tan pronto como lo escuchamos?
Muchas investigaciones indican que no debemos intentar solucionar el problema de inmediato cuando nuestros hijos nos dicen que están aburridos. Un artículo de la BBC recomienda que permitamos que los niños se aburran para que logren explorar su propia creatividad, imaginación y motivación para resolver su problema. En el artículo se cita al Dr. Belton, un experto sobre el impacto de las emociones en el comportamiento y aprendizaje. Según él, el aburrimiento puede incomodar a los niños, pero esta sensación no es mala ya que les enseña a lidiar con la incomodidad. Con tanta tecnología a su disposición, los niños hoy día están desarrollando la necesidad, una adicción, a ser estimulados y entretenidos incesantemente.
“¡Busca algo qué hacer!” es posible que no sea la cosa más constructiva que decir cuando nos enteramos inicialmente de su problema de aburrimiento. Algo que suele funcionar bien en nuestra familia es compartir ideas, redactar una lista de todas las actividades que se pudieran realizar durante las vacaciones y luego colgarla en un lugar visible.
- Al redactar la lista, enseñemos cómo pensar en cosas qué hacer. Reflexione sobre cosas divertidas que hicieron antes y que podrían volver a hacer.
- A lo mejor ya tiene eventos grandes o viajes planeados, pero no olvide cosas sencillas.
- Asegúrese de que algunas de las ideas sean fáciles de realizar para los niños, es decir, sin asistencia.
- Posiblemente algunas ideas requieran planificación. Involucre a sus hijos: “¿Puedes hacer una lista para que no olvidemos llevar almuerzo a la playa?”
- Recuerde que durante las vacaciones nuestros hijos pueden retroceder en lectura, matemáticas, y adquisición de lenguaje. Incluya oportunidades para leer, escribir y usar su idioma nuevo en situaciones auténticas.
- Aprendemos en todas partes, no tan solo en la escuela. Gracias a una lista variada podemos seguir aprendiendo. El día que planee hornear galletas, su hijo(a) leerá la receta, verificará cuáles ingredientes se necesiten, elaborará una lista de compras, seguirá instrucciones, aprenderá por experiencia propia y aplicará ciencias.
- Asegúrese de que los aparatos electrónicos o el tiempo delante de la pantalla no sean la solución fácil.
- Siga añadiendo más cosas a la lista a la medida de que surjan.
El “¡Estoy aburrido(a)!” puede convertirse en una costumbre con los niños. Puede ser que nuestra respuesta normal se genere por frustración. Recuerden que está bien que los niños se aburran a veces y que con gentileza y algunas herramientas nuevas podemos re-orientarles para que empiecen a lidiar con esa sensación incómoda de no ser entretenidos a toda hora y a descubrir nuevos pasatiempos.
Referencias y lectura adicional:
Richardson, Hannah. “Children Should Be Allowed to Get Bored, Expert Says.” BBC News. 22 Mar. 2013. http://www.bbc.com/news/education-21895704
Rosenthal, Lisa. “Stop Summer Brain Drain | Parenting.” Parenting. 11 Mar. 2016. http://www.greatschools.org/gk/articles/stop-brain-drain/