by David Brookshire, MPH/ School Counselor & Special Education Case Manager | Jan 20, 2019
With the excitement of beginning a new school year, transitions can also sometimes be challenging. Getting up earlier, going to bed earlier, new teachers, new experiences….while all positive things, can sometimes be a little bit stressful as we adapt. With new experiences and expectations on the horizon, it can be helpful to embrace some routines at home for added structure and peace of mind as we get ready for the new year. With a few basic practices, routines can help the whole family. A routine is simply a sequence of actions followed regularly that helps everyone know who should do what, when, in what order, and how often. The following are some examples of routines that can help everybody adjust to a new schedule.
To prepare for coming back to school, it is beneficial to begin waking up at a regular time each day. This helps our bodies establish a natural rhythm that makes it easier to adjust once the school year begins. By getting in the habit of waking up at a certain time, getting ready for the day, and eating breakfast, etc., we adapt to change with more ease and less stress.
Getting in the habit of what happens after school can also provide ease to the flow of the afternoon. Having a snack, doing some homework, or finishing chores are all examples of ways to establish structure in the afternoon.
By having dinner together as a family, we strengthen family relationships and provide a space for bonding. Also, with a regular bedtime and set of tasks for getting ready for bed, it’s easy to know what to expect and can provide cues for a body and brain that it’s time to begin resting. Practicing this regularly makes it easier to avoid stress and conflict when we begin a new school schedule. Getting enough sleep becomes a priority so we can be our best during the day.
Routines can provide a lot of benefits for children and adults. One of the most relevant benefits of routines is the creation of safety and predictability. An organized schedule provides children with a sense of safety because it is easy to know what to expect. The predictability of routines reduces stress and takes the guesswork out of getting ready because children regularly know what to expect. When children know what is expected and practice it regularly a sense of responsibility is gained that can boost confidence and make it easier for them to take safe, healthy risks as they face daily challenges. A sense of responsibility is an excellent benefit of establishing predictable routines. And finally, by establishing regular routines and making them a habit, we save time and allow space in our schedule for other activities.
When routines are established and practiced regularly we, as parents, feel good about providing our kids with a sense of accomplishment and responsibility. We save time, avoid conflict, and strengthen family bonds. This helps all of us make the transition as we enter the new year.
by David Brookshire, MPH/ School Counselor & Special Education Case Manager | Jan 20, 2019
A pesar de la emoción de comenzar un nuevo año escolar, las transiciones también pueden resultar difíciles. Levantarse más temprano, acostarse más temprano, nuevos maestros, nuevas experiencias … aunque todas son cosas positivas, a veces pueden ser un poco estresantes mientras nos adaptamos. Con nuevas experiencias y expectativas en el horizonte, puede ser útil adoptar algunas rutinas en el hogar para crear mayor estructura y tranquilidad mientras nos preparamos para el nuevo año. Con algunas prácticas básicas, las rutinas pueden ayudar a toda la familia. Una rutina es, simplemente, una secuencia de acciones realizadas regularmente que ayuda a todos saber quién debe hacer qué, cuándo, en qué orden y con qué frecuencia. He aquí algunos ejemplos de rutinas que pueden ayudar a todos a adaptarse a un nuevo horario.
Para prepararse para volver a clases, es favorable comenzar a despertarse a una hora regular todos los días. Esto ayuda a nuestros cuerpos a establecer un ritmo natural que facilita el ajuste una vez que comience el año escolar. Al acostumbrarnos a despertarnos a cierta hora, a prepararnos para el día, a desayunar, etc., nos adaptamos al cambio con más facilidad y menos estrés.
Adquirir el hábito de lo que sucede después de la escuela también puede facilitar el flujo de la tarde. Tomar un refrigerio, hacer tareas o terminar sus deberes son ejemplos de maneras de establecer estructura en la tarde.
Al cenar juntos como familia, fortalecemos las relaciones familiares y ofrecemos un espacio para la unión. Además, con un horario regular para acostarse y un conjunto de tareas de preparación para ir a la cama, es fácil saber qué esperar mientras el cuerpo y el cerebro reciben señales de que es hora de comenzar a descansar. Practicar esto regularmente hace que sea más fácil evitar el estrés y los conflictos cuando comenzamos un nuevo horario escolar. Dormir lo suficiente se convierte en una prioridad para que podamos dar nuestro mejor esfuerzo durante el día.
Las rutinas pueden proporcionar muchos beneficios tanto a los niños como a los adultos. Uno de los beneficios más relevantes de las rutinas es la creación de seguridad y previsibilidad. Un horario organizado brinda a los niños una sensación de seguridad porque es fácil saber qué esperar. La previsibilidad de las rutinas reduce el estrés y elimina las conjeturas a la hora de alistarse porque los niños saben qué esperar con regularidad. Cuando los niños saben lo que les espera y lo practican regularmente, adquieren un sentido de responsabilidad que puede aumentar la confianza y facilitar la toma de riesgos seguros y saludables al enfrentar los desafíos diarios. Un sentido de responsabilidad es un excelente beneficio de establecer rutinas predecibles. Y, finalmente, al establecer rutinas regulares y convertirlas en un hábito, ahorramos tiempo y permitimos espacio en nuestro calendario para otras actividades.
Cuando las rutinas se establecen y practican regularmente, nosotros, como padres, nos sentimos bien al brindarles a nuestros hijos un sentido de logro y responsabilidad. Ahorramos tiempo, evitamos conflictos y fortalecemos los lazos familiares. Esto nos ayuda a todos a hacer la transición al comenzar el nuevo año.
by David Brookshire, MPH/ School Counselor & Special Education Case Manager | Nov 18, 2018
Según a un enfoque holístico del aprendizaje y del crecimiento, apoyar las necesidades emocionales de los niños a lo largo de diferentes edades y etapas de la vida suele tomar importancia. En Futuro Verde hacemos hincapié en la educación del carácter, en el aprendizaje socioemocional y en el acceso a la consejería escolar como formas de apoyar las necesidades únicas de cada estudiante. Esto permite a cada estudiante adquirir inteligencia emociona, además de habilidades académicas. Como resultado de este enfoque, los estudiantes se convierten en individuos conscientes de sí mismos, capaces de tomar decisiones responsables, resolver conflictos y manejar sus emociones.
A veces, a medida que surgen problemas, los niños pueden necesitar apoyo adicional al enfrentar algunos de los desafíos de la vida. Aquí es donde la consejería puede ser muy beneficiosa. Establecer una buena relación con un consejero neutral puede permitir que los niños expresen lo que les preocupa. A través de la conversación y las actividades, esto puede ayudarles a identificar y expresar emociones a medida que amplían su perspectiva al confiar en un consejero. Dicha consejería es muy útil para reducir el estrés, aumentar la autoestima y construir relaciones saludables.
También existen formas en las que los padres pueden apoyar el aprendizaje y el crecimiento socioemocional en el hogar. Ser un buen oyente, por ejemplo, es una manera fácil de desarrollar esta habilidad esencial en nuestros hijos. Esto les ayuda a convertirse en buenos oyentes ellos mismos, especialmente cuando ellos ven un bueno ejemplo. Nuestro ejemplo es una manera excelente de apoyar el desarrollo emocional porque nuestras elecciones y acciones tienen un gran impacto en nuestros hijos. Sean conscientes de los valores que tienen como familia y tomen decisiones cuidadosamente alineadas con ellos para reforzar el aprendizaje. Fomentar la autoestima, dar opciones apropiadas a la edad y mostrar aprecio también son excelentes maneras de desarrollar el carácter en el hogar.
Ya sea en el hogar, a través de la educación del carácter y del aprendizaje socioemocional, o con la ayuda de un consejero, todos necesitamos aportar nuestro granito de arena para que cada niño aprenda y se desarrolle. Los desafíos son inevitables, pero con habilidades de superación, autoestima y apoyo adicional cuando sea necesario, nuestros estudiantes se convierten en personas conscientes de sí mismas y resistentes a medida que continúan aprendiendo cómo interactuar con quienes les rodean de manera significativa.
by David Brookshire, MPH/ School Counselor & Special Education Case Manager | Nov 18, 2018
With a holistic approach to learning and growth, it’s often important to support the emotional needs of children as they go through different ages and stages of life. At Futuro Verde we emphasize character education, social emotional learning, and access to counseling as ways to support the unique needs of every student. This allows every student to acquire emotional intelligence in addition to academic skills. As a result of this approach, students become self-aware individuals able to make responsible decisions, resolve conflicts, and manage their emotions.
Sometimes, as problems arise, children may need additional support as they tackle some of life’s challenges. This is where counseling can be very beneficial. Building a rapport with a neutral counselor, can allow children to open up about what’s troubling them. Through conversation and activities, this can help them identify and express emotions as they broaden their perspective through confiding in a counselor. This is very helpful in reducing stress, increasing self esteem, and building healthy relationships.
There are also ways for parents to support social emotional learning and growth at home. Being a good listener, for example, is an easy way to build this core competency in our children. This helps them become good listeners themselves, especially when it is modeled for them. Modeling is an excellent way to support emotional development because our choices and actions have a huge impact on our children. Be conscious about what values you hold as a family and carefully making choices aligned with those values is an excellent way to reinforce learning. Nurturing self esteem, giving age appropriate choices, and showing appreciation are also excellent ways to develop character at home.
Whether at home, through character education and social emotional learning our with the help of a counselor, it takes a village as we support every child as they learn and develop. Challenges are inevitable but with healthy coping skills, self esteem, and additional support when needed, our students are becoming self-aware, resilient individuals as they continue to learn how to engage with those around them in meaningful ways.
by David Brookshire, MPH/ School Counselor & Special Education Case Manager | Oct 9, 2018
Existe un debate entre padres sobre cuál enfoque es mejor ¿la crianza permisiva o autoritaria? Los padres autoritarios tienen poca tolerancia al mal comportamiento y son considerados muy estrictos. En el otro extremo del continuo, los padres permisivos establecen muy pocos límites y tienden a tener un enfoque más relajado en el cual todo vale. Si bien ambos tipos de padres tienen las mejores intenciones para sus hijos, la pregunta que surge a menudo es: “¿Cuál es correcto?” Según la ciencia, un enfoque equilibrado es más eficaz si nuestro objetivo es educar a los niños para que se conviertan en adultos compasivos, responsables, y empáticos. Esto significa que debemos encontrar un equilibrio entre ser permisivos y el establecimiento de límites y limitaciones. Los límites y limitaciones son importantes en todas las edades y etapas de la infancia y de la adolescencia. Resulta útil pensarlo en términos de funcionamiento ejecutivo. Las habilidades de funcionamiento ejecutivo incluyen cosas como: control de impulsos, conciencia de sí, control emocional, autogestión, planificación y organización. Estas son todas las habilidades que los adultos exitosos utilizan diariamente para navegar el mundo. Curiosamente, estas habilidades, realizadas en gran parte por la corteza prefrontal en nuestro cerebro, no están completamente desarrolladas hasta llegar a la edad de 20 años. De hecho, esta área del cerebro continúa creciendo y madurando hasta la edad adulta temprana. Mientras tanto, podemos ayudar a nuestros niños a desarrollar estas habilidades estableciendo límites y limitaciones apropiados.
Como infantes, queda claro que los niños prefieren la gratificación inmediata desde el principio. Si hay algo que desean, lo desean ahora. Si bien esto a veces puede ser apropiado, a menudo la vida requiere que esperemos. Si podemos aprender, cuando sea apropiado, a aplazar la gratificación, estamos mejorando nuestras habilidades relacionadas con el control de impulsos y la autogestión. Esto, acorde a la investigación, nos ayuda a desarrollar autocontrol y tolerancia a la frustración, e incluso reduce las posibilidades de adicción en el futuro. Sin duda son habilidades valiosas. A medida que los niños crecen y se vuelven adolescentes, el control de los impulsos puede ser un desafío, ya que los cerebros adolescentes continúan cambiando y desarrollándose. Sin embargo, si los niños han estado practicando desde joven, este período de la vida será más fácil tanto para el niño como para el padre.
Si bien los límites y limitaciones específicos cambian según la etapa de la vida de un niño, el concepto sigue siendo el mismo. A veces, como padres, nuestro rol es de ayudar a nuestros hijos a tomar decisiones y aprender cómo controlar sus emociones, incluso cuando esto es difícil. Podemos lograrlo dando seguimiento a nuestras expectativas y mostrando empatía. Si queremos que nuestro niño a edad preescolar respete a los demás, le enseñamos a detenerse y a considerar cómo se sienten los demás cuando esté lastimando a un amigo. Si los límites se traspasan y nos ignora, sería apropiado tomar espacio o abandonar el área hasta que el niño esté listo para volver e intentarlo de nuevo. Incluso si el niño no está contento en el momento porque no está obteniendo lo que quiera, eventualmente aprenderá habilidades sociales y el autocontrol. Lo mismo puede ser cierto para los adolescentes. Claro que queremos dedicar horas y horas a nuestros aparatos electrónicos o salir con amigos, pero a veces las responsabilidades deben ser nuestra prioridad. A plazo largo, a medida que se conviertan en personas amables, empáticas y responsables a cargo de sus propias decisiones y en consideración de los demás, nos lo agradecerán.
