Iniciando el nuevo año lectivo, nuestra mentalidad va cambiando a medida que regresamos a un horario regular. Con nuevas experiencias y expectativas por delante, adoptar algunas rutinas en el hogar puede resultar útil para una mayor estructura y tranquilidad mental. Gracias a algunas prácticas básicas, las rutinas pueden ayudar a toda la familia. Una rutina es, simplemente, una secuencia de acciones repetida regularmente que ayuda a todos a saber quién debe hacer qué, cuándo, en qué orden y con qué frecuencia.

Ejemplos de rutinas

  • Por la mañana: Al prepararse para el regreso a la escuela, es beneficioso comenzar a levantarse a una hora regular todos los días. Esto ayuda a nuestros cuerpos a establecer un ritmo natural que hace que sea más fácil de adaptarse una vez que comience el año lectivo. La costumbre de despertar a cierta hora, alistarse para el día, desayunar, etc., facilita el cambio y reduce el nivel de estrés.
  • Después de clases: Establecer un hábito con respecto a lo que sucede después de clases, también puede facilitar el transcurso de la tarde. Consumir un refrigerio, realizar algunos deberes o terminar tareas son ejemplos de cómo establecer una estructura después de clases.
  • Por la tarde: Cenando juntos como familia, fortalecemos las relaciones familiares y proporcionamos un espacio para la vinculación. Además, con una hora regular de acostarse y unas tareas de preparación para la cama, es fácil saber qué esperar. De tal manera, el cuerpo y cerebro van anticipando que es hora de comenzar a descansar. Practicar ello regularmente hace que sea más fácil evitar el estrés y el conflicto cuando comenzamos un nuevo horario escolar. Dormir lo suficiente se convierte en una prioridad desde ya para que podamos funcionar de la mejor manera posible durante el día.

Beneficios de las rutinas

  • Seguridad y previsibilidad: Un horario organizado proporciona seguridad a los niños dado que es fácil saber qué esperar. La previsibilidad de las rutinas reduce el estrés y elimina el aspecto impredecible de alistarse.
  • Sentido de la responsabilidad: Cuando los niños conocen las expectativas y practican seguirlas con frecuencia, adquieren un sentido de responsabilidad que puede aumentar la confianza y conducirles a tomar riesgos seguros y saludables a la hora de enfrentar los desafíos diarios.
  • Administración de tiempo eficiente: Al establecer rutinas regulares y convertirlas en un hábito, ahorramos tiempo y dejamos espacio en nuestro calendario para otras actividades.

Cuando las rutinas se establecen y practican con regularidad, los padres nos sentimos bien al proporcionar a nuestros hijos un sentido de logro y responsabilidad. Ahorramos tiempo, evitamos conflictos y fortalecemos los lazos familiares. Esto nos ayuda a todos a transicionar exitosamente cuando empezamos el nuevo año lectivo.

 

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