Las declaraciones escandalosas de parte de Donald Trump sobre la inmigración, la gente de color y los musulmanes han desconcertado al mundo entero. Como profesora, considero a Donald Trump un ejemplo clásico de alguien que carece totalmente de habilidades interculturales, de la reflexión crítica, y de conocimientos profundos acerca de culturas y perspectivas distintas y de los patrones sociales, históricos y económicos que condujeron a la discriminación y opresión. Por suerte, hay muchos profesores y líderes educativos en todo el mundo que deseamos que nuestros estudiantes sean personas instruidas sobre culturas distintas, experimentadas en la comprensión intercultural y capaces de realizar el cambio social a fin de tener un mundo mejor. Pero, ¿cómo se logra ese objetivo? Un enfoque común en las escuelas es organizar un “Día Multicultural” en el cual los grupos de grado exhiben mapas y artefactos, o presentan algo que refleja lo que aprendieron sobre un particular grupo o país diverso. Sin embargo, ¿cumple ese enfoque con las expectativas que tenemos los profesores y administradores para nuestros estudiantes? Si queremos contestar esa pregunta, debemos analizar qué significa la educación multicultural y qué es lo que se propone lograr a través de ella.
Los investigadores de la educación multicultural la definen como un tipo de educación que promueve la afirmación de diferencias y aborda temas de desigualdad y opresión. Cabe destacar que tener conocimiento de las vidas y costumbres de otras personas es meramente una parte de la educación multicultural mediante la cual los estudiantes no alcanzan una comprensión profunda de los patrones complejos de interacción humana que condujeron a la polarización y marginalización que actualmente afectan el mundo a nivel global.
James Banks, líder en el campo de la educación multicultural, desarrolló un modelo que describe el enfoque de educación multicultural menos eficaz (no hace más que tocar la superficie) hasta el más eficaz (brinda una comprensión profunda junto a habilidades de interculturalidad y reflexión crítica). El primer nivel de los enfoques de Banks se llama el Enfoque de las Contribuciones, conocido también como el de los Héroes y Festividades. Ese enfoque no requiere de modificaciones curriculares por tratarse únicamente de eventos singulares durante los cuales los niños aprenden sobre otras culturas. El segundo nivel, el Enfoque Aditivo, se parece al anterior ya que los maestros “agregan” información sobre un grupo cultural a ciertas unidades de estudio. No obstante, el grupo se representa de la perspectiva del grupo dominante. Por ejemplo, sería presentar a los grupos indígenas dándoles una bienvenida calurosa a los “exploradores” y omitir las consecuencias negativas que conllevó aquel encuentro. Los dos niveles finales, tanto el Transformativo como el de la Toma de Decisiones y Acción Social, se distinguen notablemente de los demás. Según los últimos dos, los profesores indagan y recolectan materiales a fin de incluir tanto las perspectivas como las voces que tradicionalmente no se presentan en el currículo y que exploran las raíces históricas del racismo y la opresión. Al nivel de la Toma de Decisiones y Acción Social los profesores van más allá, cooperando con los estudiantes a adoptar medidas para realizar cambios positivos. Los enfoques se incorporan al currículo y se integran a través de las áreas de contenido.
A pesar de que un “Día Multicultural” puede resultar divertido para todos los involucrados, las investigaciones demuestran que, más que nada, se perpetúan estereotipos desgastados en lugar de desarrollar habilidades de interculturalidad y reflexión crítica. Nuestro mundo necesita urgentemente que las actuales y futuras generaciones de ciudadanos y líderes se dediquen a crear un mundo inclusivo, equitativo y justo para todos los habitantes. Por lo tanto, la educación multicultural debe extenderse durante el año lectivo entero y a todas las áreas de contenido.