Esto, debido a que el diploma se obtiene no solo mediante la aprobación de 6 clases intensivas de diferentes áreas académicas, sino que también involucra a los jóvenes en un proceso de indagación y continua reflexión personal mediante cursos en las que, durante 2 años, deben mantenerse involucrados en procesos de lectura e investigación y proyectos personales o grupales con los que sirvan a su comunidad, a la escuela y sí mismos, con creatividad y actividad física.
En ese sentido, un alumno de IB debe caracterizarse, inicialmente, por un interés y motivación genuinos hacia el programa. Lo que más nos interesa es el bienestar y el crecimiento académico de cada uno de ellos, pero ese progreso depende también, en gran medida, de su salud emocional. Así, priorizamos el hecho de que su participación en el diploma sea un compromiso personal, ya que esto mantendrá viva la motivación y el empeño.
Otros atributos que deben contemplarse son, por ejemplo, la capacidad de autogestión, el buen manejo del tiempo, la integridad y la responsabilidad, pues estos son indispensables para que, en conjunto con las capacidades académicas, se construya un camino exitoso durante el programa.
Por ende, nos esforzamos para que nuestros alumnos tengan grandes oportunidades de prepararse y desarrollar poco a poco estas capacidades durante los años previos al Diploma, pues estamos convencidos de que este programa y los atributos que los jóvenes desarrollan en él, son la llave a una amplia gama de posibilidades para su futuro.
Por mi parte, me siento muy satisfecha con la oportunidad de acompañarlos en este proceso siendo la coordinadora del programa y espero que, tanto mi formación profesional, así como mi experiencia trabajando por años en la escuela y conociendo a estos jóvenes desde muy pequeños, sean de gran ayuda para guiarlos a responder las dudas e inquietudes que surjan en el camino, pero también para enseñarles a confiar en sí mismos y a celebrar cada uno de sus éxitos.